Recuperación postparto

Posted by ιℓєαиα ⊰●๋•°
¿Cómo me sentiré después de un parto por cesárea?


La recuperación después de una cesárea requiere cuidado, alivio del dolor y paciencia. Como toda mamá reciente, probablemente te sentirás eufórica y al mismo tiempo un poco abrumada por la responsabilidad de cuidar a tu recién nacido. Pero también estarás lidiando con dolor en el vientre. Después de todo, te estarás recuperando de una cirugía abdominal importante. Las pacientes que han tenido una cesárea por lo general permanecen tres o cuatro días en el hospital antes de irse a su casa.



¿Qué me darán para aliviar el dolor posparto?


Si te dan anestesia epidural o un bloqueo espinal para la cesárea, el anestesiólogo puede añadirle morfina, que es un excelente calmante del dolor posparto cuyo efecto dura hasta 24 horas y que no provoca el adormecimiento que te dan los narcóticos sistémicos (éstos son calmantes que afectan el cuerpo entero y no sólo la zona donde se siente el dolor). Algunos anestesiólogos dejan la epidural durante 12 a 24 horas después de la cirugía para poder introducir más medicación de ser necesario. Una vez que la anestesia local deje de proporcionarte un alivio adecuado del dolor, te administrarán medicación sistémica por lo general en forma de pastillas que contendrán algún narcótico.


Si te dieron anestesia general para la cirugía o si no recibes después una dosis de morfina a través de la epidural o el bloqueo espinal, te administrarán narcóticos sistémicos para el alivio inmediato del dolor posparto. Recibirás analgésicos inyectables cada tres o cuatro horas, o usarás un sistema denominado "analgesia controlada por el paciente": aprietas un botón cuando sientes molestias y la medicación se administra de forma intravenosa. Las dosis se controlan a través de un aparato, de modo que no recibirás más de lo que resulte seguro.

En cualquier caso, no tengas vergüenza de pedir más medicación si sientes molestias. No tienes ninguna necesidad de sufrir en silencio, y cuanto más tardes en solicitar la medicación que necesitas, más difícil resultará aliviar el dolor. Además, cuanto más cómoda te sientas, más fácil te será amamantar a tu bebé y ponerte otra vez en movimiento.



¿Cómo es la recuperación durante los primeros días?


Probablemente te sientas adormecida y tengas náuseas inmediatamente después de la cirugía. Las náuseas pueden durar hasta 48 horas pero tu doctor puede darte medicación para disminuir las molestias. Muchas mamás sienten también picor en todo el cuerpo, en particular aquellas que recibieron narcóticos en su anestesia epidural o espinal. Si esto te sucede, díselo a tu doctor para que te pueda administrar medicación para calmar la picazón.

Si tienes pensado amamantar, puedes empezar en la sala de recuperación inmediatamente después de la cirugía. Pídele a la enfermera que te muestre cómo darle el pecho a tu bebé acostada en posición lateral o sentada y sosteniendo a tu bebé con las piernitas colocadas debajo de tu brazo y el rostro junto al pecho (como si llevases un balón de fútbol americano), para que no ejerza ninguna presión sobre tu incisión.

Posiblemente sientas la zona de la incisión adormecida y dolorida y notes que la cicatriz está ligeramente levantada, hinchada y presenta una coloración más oscura que tu piel natural. El médico pasará a verte diariamente para observar como estás y controlar que la herida esté cicatrizando bien. Al principio puedes sentir dolor al estornudar, toser y hacer cualquier otra acción que ejerza presión sobre la zona abdominal pero a medida que pasen los días te irás sintiendo mejor.

La enfermera pasará cada pocas horas al principio para revisarte y ayudarte. Te tomará los signos vitales, te palpará el estómago para asegurarse de que el útero se encuentre firme y evaluará la cantidad de sangrado vaginal. Al igual que cualquier mujer que acaba de dar a luz, tendrás un flujo vaginal llamado loquios, constituido por sangre y tejido muerto de las paredes del útero. En los primeros tres o cuatro días será de color rojo intenso.

La enfermera también te enseñará cómo toser o cómo hacer ejercicios respiratorios frecuentes para expandir tus pulmones y limpiarlos de cualquier líquido acumulado, lo cual resulta particularmente importante si te aplicaron anestesia general. (De esta manera, podrás disminuir el riesgo de neumonía.) No te olvides de usar las manos o una almohada para sostener la incisión cuando tosas (un buen consejo también para cuando estornudes y te rías). Si todo está bien, te quitará la sonda intravenosa y urinaria, por lo general alrededor de 12 horas después de la cirugía, y podrás empezar a comer cuando tengas apetito.

Podrías tener un poco de malestar por acumulación de gases y sentirte hinchada durante los primeros dos días. Los gases tienden a acumularse debido a que los intestinos están perezosos después de la cirugía. Levantarte y dar unas vueltas ayudará a que tu sistema digestivo se ponga en movimiento otra vez. Si las molestias son intensas, las enfermeras pueden darte algún medicamento de venta sin receta que contenga simeticona, una sustancia que permite que las burbujas de gases se junten con más facilidad, facilitando su expulsión. La ingestión de simeticona no presenta riesgos mientras amamantas.

Tal vez te sientas animada para levantarte de la cama el día de la cirugía y sin duda lo estarás al día siguiente. (No intentes, sin embargo, levantarte por tus propios medios. La enfermera debería estar a tu lado la primera vez.) Mientras tanto, procura que la sangre circule por las piernas moviendo los pies, girando los tobillos y moviendo y estirando tus pantorrillas.

Al segundo día, deberías estar haciendo un par de caminatas cortas con la ayuda de tu pareja o de una enfermera. Esto será beneficioso para tu circulación, hará que tus intestinos estén menos perezosos y será mucho menos probable que desarrolles coágulos de sangre. El simple hecho de caminar hasta el baño puede parecer imposible al principio pero tratar de moverte un poco es importante para tu recuperación. Muchas veces resulta útil programar las caminatas para hacerlas un rato después de haber tomado el analgésico, que es cuando probablemente te sientas más cómoda.

En tres o cuatro días, el médico posiblemente te quite las suturas o grapas. Esto llevará sólo unos minutos, y puede ser que sientas un pequeño pellizco pero no te dolerá. Después de eso y si todo está bien, te podrás ir a tu casa.




¿Cómo es la recuperación después de irme del hospital?


Cuando vuelvas a tu casa, necesitarás ayuda ¡y mucha! Si nadie te la ofrece, pídele a tu pareja o a tus padres, suegros y amigas que te brinden su apoyo. Y si está al alcance de tu bolsillo, contrata a alguien para que te ayude.

No creas que podrás dejar los analgésicos ni bien estés en tu casa. Tal vez necesites tomar analgésicos de venta con receta médica hasta una semana después de la cirugía y luego comiences gradualmente a tomar calmantes de venta sin receta. (Si estás amamantando, no tomes aspirina ni medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico.)

Bebe abundante cantidad de líquido para evitar el estreñimiento. Día a día notarás que la incisión mejora, aunque quizás sientas molestias por varias semanas. Llama a tu doctor si tienes síntomas de infección, como por ejemplo si observas que la zona de la incisión está caliente, roja, hinchada o supura; si el dolor empeora o aparece de forma repentina; o si tienes fiebre (incluso cuando tu incisión parezca estar bien).

El sangrado y la secreción vaginal deberían estar disminuyendo, aunque pueden durar hasta seis semanas. Gradualmente debería ir cambiando la coloración, de rojo intenso a rosa y después de amarillento a blanquecino. Si prosigue la hemorragia de tipo menstrual pasados los primeros cuatro días después del parto o reaparece tras haber aminorado, llama a tu médico.

Si deseas más información sobre las señales de advertencia de una complicación médica en las semanas posteriores al parto, lee nuestro artículo sobre cuándo llamar al médico.




¿Cuánta actividad debería tener?


Si bien es esencial que pases mucho tiempo descansando una vez que estés en tu casa, también será necesario que te levantes y camines con frecuencia. Caminar contribuye a la cicatrización de la herida y ayuda a prevenir complicaciones tales como coágulos de sangre. Sin embargo, no debes excederte. Comienza despacio e incrementa tu actividad de forma gradual. Dado que te estás recuperando de una importante cirugía abdominal, tus músculos abdominales estarán adoloridos por algún tiempo. Tómalo con calma y evita levantar cosas que pesen más que tu bebé durante unas ocho semanas.

En seis a ocho semanas estarás en condiciones de empezar a hacer ejercicio de forma moderada, pero espera hasta que tu doctor te dé el visto bueno. Podrán transcurrir varios meses hasta que vuelvas a tener el mismo estado físico que antes. En cuatro a seis semanas podrás reanudar las relaciones sexuales si te sientes lo suficientemente bien, y tienes el consentimiento de tu doctor.




¿Qué tipo de cicatriz me quedará?


Al principio la cicatriz se notará un poco, estará levemente hinchada y será algo más oscura que la coloración natural de tu piel, pero comenzará a reducirse de manera significativa durante las seis semanas posteriores de la cirugía. Una incisión de cesárea tiene solamente de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de longitud y aproximadamente 1/8 de pulgada (unos 3 mm) de ancho. A medida que la zona de la incisión vaya sanando, el color de la cicatriz se parecerá cada vez más al color de tu propia piel y la cicatriz se volverá más angosta hasta medir aproximadamente 1/16 de pulgada (alrededor de 1,5 mm) de ancho.

Las cicatrices por cesárea están por lo general muy abajo del abdomen. Si la cicatriz es baja queda finalmente oculta por el vello púbico y seguramente bien por debajo de la cinturilla de la ropa interior o de la parte inferior del bikini. Podría causar picazón mientras está sanando.



En lo que respecta a la parte emocional, ¿qué debería esperar?


Muchas mamás experimentan una amplia variedad de emociones después de una cesárea. Te podrías sentir decepcionada si deseabas ardientemente tener un parto vaginal. O quizás no te importe cómo diste a luz, en particular si tuviste complicaciones y estuvieron preocupados por el bienestar del bebé. Algunas mujeres que acaban teniendo una cirugía después de un parto larguísimo e interminable experimentan una sensación de alivio, mientras que otras se sienten molestas por haber acabado con una cesárea después de haber hecho semejante esfuerzo.

Algunas mamás dicen que se sienten decepcionadas por no haber tenido un parto vaginal, en especial si antes de dar a luz tomaron clases de preparación para el parto y soñaron con el "parto ideal". Otras mamás dicen que se sienten como si de algún modo fuesen menos mujer por haber necesitado una cesárea. Estos sentimientos son muy comunes y puede resultar difícil deshacerse de ellos. Si te sientes así, quizás te lleve algún tiempo reconciliar la realidad de tu experiencia de parto con lo que habías imaginado a lo largo de tu embarazo.

Quizás te ayude saber que para muchas mujeres el nacimiento de sus bebés, ya sea en forma vaginal o por cesárea, resulta ser muy diferente de lo que habían esperado. Si no te sientes tranquila y tienes dudas respecto de que la cirugía haya sido realmente necesaria, háblalo con tu médico y pídele que evalúe contigo esa decisión.

Recuerda que probablemente también experimentes aquellas emociones que son propias de la mayoría de las madres en el periodo de posparto, independientemente de cómo hayan dado a luz. La tristeza posparto es frecuente, tanto si te hicieron una cesárea como si diste a luz por parto vaginal. Si sientes que estás muy triste, busca ayuda. Tal vez estés sufriendo una depresión posparto.

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¿Cómo me sentiré después de un parto por cesárea?


La recuperación después de una cesárea requiere cuidado, alivio del dolor y paciencia. Como toda mamá reciente, probablemente te sentirás eufórica y al mismo tiempo un poco abrumada por la responsabilidad de cuidar a tu recién nacido. Pero también estarás lidiando con dolor en el vientre. Después de todo, te estarás recuperando de una cirugía abdominal importante. Las pacientes que han tenido una cesárea por lo general permanecen tres o cuatro días en el hospital antes de irse a su casa.



¿Qué me darán para aliviar el dolor posparto?


Si te dan anestesia epidural o un bloqueo espinal para la cesárea, el anestesiólogo puede añadirle morfina, que es un excelente calmante del dolor posparto cuyo efecto dura hasta 24 horas y que no provoca el adormecimiento que te dan los narcóticos sistémicos (éstos son calmantes que afectan el cuerpo entero y no sólo la zona donde se siente el dolor). Algunos anestesiólogos dejan la epidural durante 12 a 24 horas después de la cirugía para poder introducir más medicación de ser necesario. Una vez que la anestesia local deje de proporcionarte un alivio adecuado del dolor, te administrarán medicación sistémica por lo general en forma de pastillas que contendrán algún narcótico.


Si te dieron anestesia general para la cirugía o si no recibes después una dosis de morfina a través de la epidural o el bloqueo espinal, te administrarán narcóticos sistémicos para el alivio inmediato del dolor posparto. Recibirás analgésicos inyectables cada tres o cuatro horas, o usarás un sistema denominado "analgesia controlada por el paciente": aprietas un botón cuando sientes molestias y la medicación se administra de forma intravenosa. Las dosis se controlan a través de un aparato, de modo que no recibirás más de lo que resulte seguro.

En cualquier caso, no tengas vergüenza de pedir más medicación si sientes molestias. No tienes ninguna necesidad de sufrir en silencio, y cuanto más tardes en solicitar la medicación que necesitas, más difícil resultará aliviar el dolor. Además, cuanto más cómoda te sientas, más fácil te será amamantar a tu bebé y ponerte otra vez en movimiento.



¿Cómo es la recuperación durante los primeros días?


Probablemente te sientas adormecida y tengas náuseas inmediatamente después de la cirugía. Las náuseas pueden durar hasta 48 horas pero tu doctor puede darte medicación para disminuir las molestias. Muchas mamás sienten también picor en todo el cuerpo, en particular aquellas que recibieron narcóticos en su anestesia epidural o espinal. Si esto te sucede, díselo a tu doctor para que te pueda administrar medicación para calmar la picazón.

Si tienes pensado amamantar, puedes empezar en la sala de recuperación inmediatamente después de la cirugía. Pídele a la enfermera que te muestre cómo darle el pecho a tu bebé acostada en posición lateral o sentada y sosteniendo a tu bebé con las piernitas colocadas debajo de tu brazo y el rostro junto al pecho (como si llevases un balón de fútbol americano), para que no ejerza ninguna presión sobre tu incisión.

Posiblemente sientas la zona de la incisión adormecida y dolorida y notes que la cicatriz está ligeramente levantada, hinchada y presenta una coloración más oscura que tu piel natural. El médico pasará a verte diariamente para observar como estás y controlar que la herida esté cicatrizando bien. Al principio puedes sentir dolor al estornudar, toser y hacer cualquier otra acción que ejerza presión sobre la zona abdominal pero a medida que pasen los días te irás sintiendo mejor.

La enfermera pasará cada pocas horas al principio para revisarte y ayudarte. Te tomará los signos vitales, te palpará el estómago para asegurarse de que el útero se encuentre firme y evaluará la cantidad de sangrado vaginal. Al igual que cualquier mujer que acaba de dar a luz, tendrás un flujo vaginal llamado loquios, constituido por sangre y tejido muerto de las paredes del útero. En los primeros tres o cuatro días será de color rojo intenso.

La enfermera también te enseñará cómo toser o cómo hacer ejercicios respiratorios frecuentes para expandir tus pulmones y limpiarlos de cualquier líquido acumulado, lo cual resulta particularmente importante si te aplicaron anestesia general. (De esta manera, podrás disminuir el riesgo de neumonía.) No te olvides de usar las manos o una almohada para sostener la incisión cuando tosas (un buen consejo también para cuando estornudes y te rías). Si todo está bien, te quitará la sonda intravenosa y urinaria, por lo general alrededor de 12 horas después de la cirugía, y podrás empezar a comer cuando tengas apetito.

Podrías tener un poco de malestar por acumulación de gases y sentirte hinchada durante los primeros dos días. Los gases tienden a acumularse debido a que los intestinos están perezosos después de la cirugía. Levantarte y dar unas vueltas ayudará a que tu sistema digestivo se ponga en movimiento otra vez. Si las molestias son intensas, las enfermeras pueden darte algún medicamento de venta sin receta que contenga simeticona, una sustancia que permite que las burbujas de gases se junten con más facilidad, facilitando su expulsión. La ingestión de simeticona no presenta riesgos mientras amamantas.

Tal vez te sientas animada para levantarte de la cama el día de la cirugía y sin duda lo estarás al día siguiente. (No intentes, sin embargo, levantarte por tus propios medios. La enfermera debería estar a tu lado la primera vez.) Mientras tanto, procura que la sangre circule por las piernas moviendo los pies, girando los tobillos y moviendo y estirando tus pantorrillas.

Al segundo día, deberías estar haciendo un par de caminatas cortas con la ayuda de tu pareja o de una enfermera. Esto será beneficioso para tu circulación, hará que tus intestinos estén menos perezosos y será mucho menos probable que desarrolles coágulos de sangre. El simple hecho de caminar hasta el baño puede parecer imposible al principio pero tratar de moverte un poco es importante para tu recuperación. Muchas veces resulta útil programar las caminatas para hacerlas un rato después de haber tomado el analgésico, que es cuando probablemente te sientas más cómoda.

En tres o cuatro días, el médico posiblemente te quite las suturas o grapas. Esto llevará sólo unos minutos, y puede ser que sientas un pequeño pellizco pero no te dolerá. Después de eso y si todo está bien, te podrás ir a tu casa.




¿Cómo es la recuperación después de irme del hospital?


Cuando vuelvas a tu casa, necesitarás ayuda ¡y mucha! Si nadie te la ofrece, pídele a tu pareja o a tus padres, suegros y amigas que te brinden su apoyo. Y si está al alcance de tu bolsillo, contrata a alguien para que te ayude.

No creas que podrás dejar los analgésicos ni bien estés en tu casa. Tal vez necesites tomar analgésicos de venta con receta médica hasta una semana después de la cirugía y luego comiences gradualmente a tomar calmantes de venta sin receta. (Si estás amamantando, no tomes aspirina ni medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico.)

Bebe abundante cantidad de líquido para evitar el estreñimiento. Día a día notarás que la incisión mejora, aunque quizás sientas molestias por varias semanas. Llama a tu doctor si tienes síntomas de infección, como por ejemplo si observas que la zona de la incisión está caliente, roja, hinchada o supura; si el dolor empeora o aparece de forma repentina; o si tienes fiebre (incluso cuando tu incisión parezca estar bien).

El sangrado y la secreción vaginal deberían estar disminuyendo, aunque pueden durar hasta seis semanas. Gradualmente debería ir cambiando la coloración, de rojo intenso a rosa y después de amarillento a blanquecino. Si prosigue la hemorragia de tipo menstrual pasados los primeros cuatro días después del parto o reaparece tras haber aminorado, llama a tu médico.

Si deseas más información sobre las señales de advertencia de una complicación médica en las semanas posteriores al parto, lee nuestro artículo sobre cuándo llamar al médico.




¿Cuánta actividad debería tener?


Si bien es esencial que pases mucho tiempo descansando una vez que estés en tu casa, también será necesario que te levantes y camines con frecuencia. Caminar contribuye a la cicatrización de la herida y ayuda a prevenir complicaciones tales como coágulos de sangre. Sin embargo, no debes excederte. Comienza despacio e incrementa tu actividad de forma gradual. Dado que te estás recuperando de una importante cirugía abdominal, tus músculos abdominales estarán adoloridos por algún tiempo. Tómalo con calma y evita levantar cosas que pesen más que tu bebé durante unas ocho semanas.

En seis a ocho semanas estarás en condiciones de empezar a hacer ejercicio de forma moderada, pero espera hasta que tu doctor te dé el visto bueno. Podrán transcurrir varios meses hasta que vuelvas a tener el mismo estado físico que antes. En cuatro a seis semanas podrás reanudar las relaciones sexuales si te sientes lo suficientemente bien, y tienes el consentimiento de tu doctor.




¿Qué tipo de cicatriz me quedará?


Al principio la cicatriz se notará un poco, estará levemente hinchada y será algo más oscura que la coloración natural de tu piel, pero comenzará a reducirse de manera significativa durante las seis semanas posteriores de la cirugía. Una incisión de cesárea tiene solamente de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de longitud y aproximadamente 1/8 de pulgada (unos 3 mm) de ancho. A medida que la zona de la incisión vaya sanando, el color de la cicatriz se parecerá cada vez más al color de tu propia piel y la cicatriz se volverá más angosta hasta medir aproximadamente 1/16 de pulgada (alrededor de 1,5 mm) de ancho.

Las cicatrices por cesárea están por lo general muy abajo del abdomen. Si la cicatriz es baja queda finalmente oculta por el vello púbico y seguramente bien por debajo de la cinturilla de la ropa interior o de la parte inferior del bikini. Podría causar picazón mientras está sanando.



En lo que respecta a la parte emocional, ¿qué debería esperar?


Muchas mamás experimentan una amplia variedad de emociones después de una cesárea. Te podrías sentir decepcionada si deseabas ardientemente tener un parto vaginal. O quizás no te importe cómo diste a luz, en particular si tuviste complicaciones y estuvieron preocupados por el bienestar del bebé. Algunas mujeres que acaban teniendo una cirugía después de un parto larguísimo e interminable experimentan una sensación de alivio, mientras que otras se sienten molestas por haber acabado con una cesárea después de haber hecho semejante esfuerzo.

Algunas mamás dicen que se sienten decepcionadas por no haber tenido un parto vaginal, en especial si antes de dar a luz tomaron clases de preparación para el parto y soñaron con el "parto ideal". Otras mamás dicen que se sienten como si de algún modo fuesen menos mujer por haber necesitado una cesárea. Estos sentimientos son muy comunes y puede resultar difícil deshacerse de ellos. Si te sientes así, quizás te lleve algún tiempo reconciliar la realidad de tu experiencia de parto con lo que habías imaginado a lo largo de tu embarazo.

Quizás te ayude saber que para muchas mujeres el nacimiento de sus bebés, ya sea en forma vaginal o por cesárea, resulta ser muy diferente de lo que habían esperado. Si no te sientes tranquila y tienes dudas respecto de que la cirugía haya sido realmente necesaria, háblalo con tu médico y pídele que evalúe contigo esa decisión.

Recuerda que probablemente también experimentes aquellas emociones que son propias de la mayoría de las madres en el periodo de posparto, independientemente de cómo hayan dado a luz. La tristeza posparto es frecuente, tanto si te hicieron una cesárea como si diste a luz por parto vaginal. Si sientes que estás muy triste, busca ayuda. Tal vez estés sufriendo una depresión posparto.

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